martes, diciembre 14, 2010

Dolor psicológico

El eco hace ondas en la persistente migraña
que me tiene balbuceando recuerdos que no valen ni la pastilla,
el frío es imaginario pero me abrigo de todas formas,
los besos son escasos en estos tiempos
pero por precaución sonrío poco
para cuidar la poca magia que pudiera generar mi silencio.
El trabajo está en un clímax negativo
y el espejo sigue como siempre,
magnetizado al revés porque se aleja ni bien me acerco.
La gente sigue hablando de soledad
y los perros siguen ladrando en inglés,
ah qué curiosa mañana cuando me levanto con ganas de estar bien
y acabo el día enumerando las cosas que no haré al siguiente,
curioso momento cuando me pongo a escribir
y me doy cuenta que es porque no tengo con quien hablar
excepto con una hoja de papel.

Que no escucha
pero entiende
...o al menos otorga
ya que calla.

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